La Ciudad de Quebec es la sede episcopal más antigua en América del Norte, exceptuando la de México. La primera fase de implantación de la Iglesia en Nueva Francia se remonta oficialmente a 1615, cuando los Recoletos, seguidos poco después por los Jesuitas, en 1625, se establecieron de forma permanente en la ciudad para atender a la colonia naciente y evangelizar a las tribus indígenas.


Francia aportando la fe a los indios hurones de Nueva Francia. Anónimo del siglo XVII. Monasterio de las Ursulinas de la Ciudad de Quebec.

Territorio de misión que dependía directamente de la Santa Sede, Quebec fue erigida en vicaría apostólica mediante un decreto de la Propaganda, aprobado par le papa Alejandro VII, el 11 de abril de 1658. Por ese mismo decreto se nombraba a François de Laval, obispo de Pétrée y vicario apostólico para el Reino de Canadá en América del Norte. Las bulas del nuevo obispo de Pétrée se dieron en Roma el 3 de junio del mismo año.

Dieciséis años más tarde, la misión apostólica fue elevada al rango de diócesis que dependía directamente de la Santa Sede y, el 1º de octubre de 1674,  Clemente X firmó la bula por la que se erigía el nuevo obispado. Monseñor de Laval se convertía así en primer obispo de la Ciudad de Quebec y su diócesis, más grande que Europa, abarcaba todo el territorio sobre el cual Francia tenía derechos o pretensiones, es decir, toda América del Norte, exceptuando a las colonias de Nueva Inglaterra y México.

Bajo el régimen inglés, la división de esta inmensa diócesis llevaría a la erección de la primera provincia eclesiástica de Canadá. Por decisión del papa Pío VII, Monseñor Joseph-Octave Plessis recibió el título de arzobispo el 12 de enero de 1819. No obstante, debido a indecisiones de Londres, la Ciudad de Quebec no fue declarada oficialmente sede arquiepiscopal, por Gregorio XVI, hasta el 12 de julio de 1844, teniendo entonces como sufragantes las diócesis de Montreal,  Kingston y Toronto. Hoy en día, tras sucesivos desmembramientos que acabaron en la formación de más de 150 diócesis, la sede metropolitana de la Ciudad de Quebec comprende las sedes episcopales sufragantes de Trois-Rivières, Chicoutimi y Sainte-Anne-de-la-Pocatière.

El 25 de enero de 1956, el papa Pío XII confirió el título de sede primacial de Canadá a la sede metropolitana de la Ciudad de Quebec, y el de primado al arzobispo “pro tempore”.

Quebec es la sede episcopal más antigua de América del Norte, a la excepción de Méjico. La primera fase de implantación de la Iglesia en la Nueva Francia se remonta oficialmente a 1.615, con los Recoletos, seguidos por los Jesuitas en 1.625, se establecieron de manera permanente en Quebec para el servicio de la colonia naciente y evangelizar las tribus aborígenes.

© Congreso Eucharistico Internacional 2008